Estando de viaje por la Alpujarra en los años 60 los Reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola, junto con el hermano de la reina Don Jaime de Mora y Aragón. Tras recorrer varios pueblos de la comarca, acudieron a la pensión Poqueira en Capileira, con la intención de comer. Aunque era ya algo tarde, José Pérez, el dueño los recibió. Cuando supo quiénes eran les comentó que a pesar de estar ya cerrada la cocina hablaría con su mujer Consuelo la cocinera, para ver que les podía preparar. Consuelo improvisó unas patatas a lo pobre con huevo frito, unas tajadas de morcilla y otras de chorizos fritos. José además pensó que si le ponía una buena locha de jamón a cada plato, este ganaría y sería más vistoso y apetitoso. Acompañó dichos manjares con un buen pan de pueblo y un buen vino de Albondón. Don Jaime le preguntó a José el nombre de tan elaborado manjar, este le dijo que lo acababa de preparar su señora y aún no tenía nombre. Don Jaime extrañado le propuso bautizar dicho manjar con el nombre de “PLATO ALPUJARREÑO”. Desde entonces José incorporó dicho plato a su repertorio de exquisiteces culinarias.
Si analizamos los ingredientes, vemos que está elaborado con productos que fácilmente cualquier alpujarreño tiene en su despensa.
El local fue premiado por el Ministerio de Información y Turismo por tratarse de uno de los más bellos y bien preparados de la provincia de Granada. Los hijos gemelos de José Pérez, Francisco y José, junto a sus dos descendientes, siguen los pasos del fundador del Mesón Poqueira.
Hoy día es el plato que más se solicita en los restaurantes de la Alpujarra. Y conocido en infinidad de lugares fuera de la Alpujarra.
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