INGREDIENTES:
250 gr. De Pechuga de pollo.
500 gr. De Hígados de pollo.
½ Cebolla.
100 ml. De Vino Pedro Jiménez (Dulce).
Aceite de oliva virgen.
450 gr. De Mantequilla.
1 Hoja de Laurel.
Gelatina.
Pimienta triturada.
ELABORACIÓN:
Limpiamos muy bien los hígados. Troceamos muy finamente la pechuga de pollo, los hígados y la cebolla. Sofreímos la cebolla y el laurel, cuando esté en su punto añadimos los hígados y cuando estos estén casi sofritos añadimos la pechuga. Salpimentamos y terminamos de sofreír.
Echamos el vino, removemos y dejamos cocer a fuego lento hasta que quede un poco de caldo, en este momento incorporamos la mantequilla poco a poco y dejamos que se derrita. Una vez todo bien cocinado e integrado lo pasamos por la batidora hasta que conseguir la textura deseada. Envasamos en tarros de cristal esterilizados y luego al baño María si queremos que nos aguante más tiempo. Si lo vamos a consumir inmediatamente lo vertemos en un molde rectangular desmoldable, golpeando sobre la encimera o tabla para sacarle el aire. Cubrimos con gelatina neutra o mezclada con vino dulce y pimienta triturada. Guardamos en el frigorífico.
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