INGREDIENTES:
250 gr. De Jamón serrano.
100 gr De Harina.
1 Cebolleta.
2 Dientes de Ajo.
1 L. De Caldo de cocción.
60 gr. De Mantequilla.
Nuez Moscada.
ELABORACIÓN:
Una vez que hemos terminado de comernos la pata de jamón. Cortamos la pezuña y desechamos, a continuación cortamos el hueso en trozos que quepan en una olla, cubrimos de agua y hervimos al menos 2 horas. Sacamos los huesos y dejamos enfriar. Metemos el caldo al frigorífico, hasta que se solidifique la grasa en la superficie y entonces la extraemos con cuidado con una rasera. Una vez fríos los huesos le sacamos el jamón de los recovecos (de un jamón sale el contenido del plato de la foto). Picamos y usamos junto con el caldo de modo habitual.
Rehogamos la harina con la mantequilla hasta que esté dorada. Vertemos el caldo, la nuez moscada y una pizca de sal. Removemos con unas varillas continuamente para evitar los grumos, durante unos 5 minutos, hasta que alcance el punto de ebullición. Reservamos. En una sartén con un chorrito de aceite rehogamos la cebolleta picada hasta que esté dorada. Picamos el jamón muy fino y junto con la cebolleta mezclamos con la bechamel y enfriamos. Tapamos la masa con film transparente tocando la masa y pasamos al frigorífico. Una vez bien fría, formamos las croquetas y las pasamos por harina (evita que se rompan), huevo batido y pan rallado. Freímos en abundante aceite caliente.
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